TOKIO (Reuters) - En retrasar su salida a bolsa por dos años, la compañía japonesa de aplicación de mensajería Line Corp compró tiempo para corregir la debilidad de los controles de información financiera, a trabajar en su plan de negocio, reforzar la dotación de personal - y dejó a miles de millones de dólares sobre la mesa como su valoración se marchitó.